Las sirenas (en griego antiguo Seirin, ‘encadenado’, seguramente inspirado en el sánscrito Kimera, ‘quimera’) son seres fabulosos, originarios de la mitología griega y amplia-mente extendidos en las narraciones fantásticas de la literatura occidental, cuya función y representación han variado con el tiempo.
Aunque en su forma original eran seres híbridos de mujer y ave, posteriormente la representación más común, y la que ha llegado a la actualidad, las describe como mujeres jóvenes con cola de pez. Es por ello que en el idioma inglés se hace la distinción entre la siren (la sirena original clásica) y las mermaids (la sirena con forma de pez).
Mitología griega
En la mitología griega, las sirenas son una clase difusa que comprende varios seres que se distinguen por una voz musical y prodigiosamente atractiva; las representaciones artísticas más antiguas, que las muestran como aves con rostro o torso femenino, se deben probablemente a la asociación de las aves con el canto, así como al frecuente uso iconográfico de los seres alados para representar a los espíritus de los muertos. Muchas de las huellas gráficas más tempranas de las sirenas están en monumentos y ofrendas funerarias.
En época pre-clásica comenzaron ya a identificarse con náyades, y su canción a describirse como un atractivo irresistible que llevaba a la perdición a los marinos. Distintos relatos las hacen descender de los dioses fluviales Aqueloo o Forcis, sea sin intervención femenina o de las musas Estérope, Melpóneme o Terpsícore, relacionadas con el canto y con el baile. Su número es también impreciso, contándose entre dos y cinco; los nombres registrados incluyen Agláope, Telxiepia o Telxínoe, Pisínoe, Parténope, Ligeia (empleado luego por Edgar Allan Poe para el célebre cuento homónimo sobre una mujer de mortal belleza), Leucosia, Molpe, Radne y Teles.
Episodios literarios
En la leyenda de Jasón y los Argonautas, los marineros encantados por la voz de las sirenas se salvaron del desastre gracias a la habilidad de Orfeo, que logró con su canto tapar la música de aquellas y distraer a los Argonautas que se hubieran encallado de otro modo en los sirenum scopuli donde estas habitaban. Derrotadas por la superior habilidad de Orfeo, las sirenas se transformaron en piedra, o en otras versiones se arrojaron al mar para morir.
En la Odisea (XII, 39), Ulises preparó a su tripulación para evitar la música de las sirenas tapándoles los oídos con cera; deseoso de escucharlas él mismo, se hizo atar a un mástil para no poder arrojarse a las aguas al oír su música.
Las sirenas aparecen también en algunos de los cuentos de Las mil y una noches. Así, en el titulado La ciudad de bronce leemos la siguiente descripción:
las dos hijas del mar eran dos maravillosas criaturas de largos cabellos ondulados como las olas, de cara de luna y de senos admirables y redondos y duros cual guijarros marinos; pero desde el ombligo carecían de las suntuosidades carnales que generalmente son patrimonio de las hijas de los hombres, y las sustituían con un cuerpo de pez que se movía a derecha y a izquierda, de la propia manera que las mujeres cuando advierten que a su paso llaman la atención. Tenían la voz muy dulce, y su sonrisa resultaba encantadora; pero no comprendían ni hablaban ninguno de los idiomas conocidos, y contentábanse con responder únicamente con la sonrisa de sus ojos a todas las preguntas que se les dirigían.
Muy distinta es la sirena del relato de Hans Christian Andersen La Sirenita , capaz de entender y hablar la lengua de los hombres, pero condenada al silencio por su pacto con la bruja del mar.
Aunque en la iconografía moderna las sirenas se representan por lo general como de abrumadora belleza, es probable que en la tradición clásica su único atractivo radicase en su voz, y que su apariencia fuese poco menos que monstruosa. Horacio, en
SIRENAS, CANCIONES Y LEYENDAS.
".
"Encantan a los mortales que se les acercan".¡¡¡Pero es bien loco el que se detiene para escuchar sus cantos!!!. Nunca volverá a ver a su mujer ni a sus hijos!!!, "pues con sus voces de lirio, las sirenas lo encantan, mientras que la rivera vecina está llena de osamentas blanqueadas y de restos humanos de carnes corrompidas..."
Este texto escrito hace mas de 2.800 años, es probablemente el origen de la mas antigua y conocida de las leyendas; las sirenas que atraen a los marinos con sus voces mágicas, y hacen encallar los barcos y ahogarse los tripulantes.
Homero lo imagino así, y así nos lo contó en la Odisea.
Realidad o ficción, son unos de los seres mas adorados y sin embargo solitarios dentro del mundo de la mitología, siempre atisbando el mundo desde la lejanía del océano, con el ansia de poder andar por la tierra y cumplir su anhelado sueño de caminar entre los humanos.
2 comentarios:
como siempre genial,aunque al principio te has ido un poco por la cuestion tecnica ,pero luego a estado como todos los que escribes,miento mejor porque a cada escrito que haces te superas,asi que animo sigue escribiendo que seguimos esperando leerte FELICIDADES
Hola a todos mis brujis muaksssssss y a la visitas tambien muakssss,no sabia que las sirenas primero se habian.basado en cuerpo de ave y mujer, muy curioso la verdad mi bruji, cada dia contigo aprendemos algo nuevo,muy bonito el post, besos a todos y hasta otra muaksssss en especial a mis brujis preferidos remuakssssssss
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